viernes, 29 de julio de 2011

Los nuevos hijos del hombre

Yahweh Dios Hijo y el Espíritu Santo del Padre, formaban los Elohim.  Ellos habían creado el universo y todo lo que existe, El Padre esta esencialmente más allá del principio y del final de todo lo quisiéramos o pudiésemos imaginar o conocer.
Cuando ellos sacaron al hombre del paraíso y le llevaron a la tierra, Dios hijo estaba presente a cada momento, nuevamente el hombre cometió un pequeño desliz: Caín mato a Abel. Nuevamente el castigo, y fue expulsado de “la tierra” y allí tomo una esposa descendiente de las razas creadas fuera de Edén que no tenían neshamá  y con ella tuvo un primer hijo. Los primeros hombres: Adán, Caín y luego Set tuvieron numerosos hijos provenientes de estas razas, pero sucedió algo increíble los descendientes no tenían un particular parecido con los naturales de la tierra, eran iguales a sus padres, se podía conocer que eran hijos de hombre. poco tiempo después dejaron de cruzarse con mujeres de las tribus nativas y forjaron una nación familiar, no existía la posibilidad de un cruce sanguíneo por vía paterna.
Enoch fue el primer hombre nacido de un hijo de Dios y un hijo de la tierra, e increíblemente poseía la neshamá, el creador estaba permanentemente siguiendo la vida en la tierra. Y el neshamá no desaparecía…
y tampoco el conocimiento adquirido con el árbol del bien y del mal.
La historia bíblica nos cuenta como el hombre cayo una y otra vez, hasta los mismos hijos de Dios tomaron las hijas de los hombres porque eran hermosas, y engendraron hijos, y estos hijos fueron fenómenos no humanos. Hasta los hijos de Dios cambiaron de plano, la lujuria en los hijos e hijas del hombre, todo se había rebelado la creación estaba en cáos.

Génesis 6
1  Y ACAECIO que, cuando comenzaron los hombres á multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas,
2 Viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomáronse mujeres, escogiendo entre todas.
3 Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne: mas serán sus días ciento y veinte años.
4 Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que entraron los hijos de Dios á las hijas de los hombres, y les engendraron hijos: éstos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de nombre.
5 Y vió Jehová que la malicia de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
6 Y arrepintióse Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y pesóle en su corazón.
7 Y dijo Jehová: Raeré los hombres que he criado de sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo: porque me arrepiento de haberlos hecho.
8 Empero Noé halló gracia en los ojos de Jehová.
9 Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, perfecto fué en sus generaciones; con Dios caminó Noé.
10 Y engendró Noé tres hijos: á Sem, á Châm, y á Japhet.
11 Y corrompióse la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia.
12 Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra.
13 Y dijo Dios á Noé: El fin de toda carne ha venido delante de mí; porque la tierra está llena de violencia á causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra.
14 Hazte un arca de madera de Gopher: harás aposentos en el arca y la embetunarás con brea por dentro y por fuera.
15 Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura.
16 Una ventana harás al arca, y la acabarás á un codo de elevación por la parte de arriba: y pondrás la puerta del arca á su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero.
17 Y yo, he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá.
18 Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, y tus hijos y tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo.
19 Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán.
20 De las aves según su especie, y de las bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo para que hayan vida.
21 Y toma contigo de toda vianda que se come, y allégala á ti; servirá de alimento para ti y para ellos.
22 E hízolo así Noé; hizo conforme á todo lo que Dios le mandó

El Principio y el Fin

Ahora bien, si el universo tuvo un comienzo, seguramente (y eso lo sabe la ciencia cosmológica) tendrá un final. ¿Pero cuando?. Increíblemente puede suceder en cualquier momento, solo sería necesario que el “tiempo” dejara de ser, y el universo también dejaría de ser.
La cinética de la expansión no explica el tiempo, mejor dicho, nada puede explicarlo, simplemente es algo que percibimos nosotros y nadie más.


Rv:10:6: Y juró por el que vive para siempre jamás, que ha criado el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no será más.
Rv:22:13: Yo soy Alpha y Omega, principio y fin, el primero y el postrero. 
Rv:6:12: Y miré cuando él abrió el sexto sello, y he aquí fué hecho un gran terremoto; y el sol se puso negro como un saco de cilicio, y la luna se puso toda como sangre; (6:13) Y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera echa sus higos cuando es movida de gran viento. (6:14) Y el cielo se enrrolló como un libro que es envuelto; y todo monte y las islas fueron movidas de sus lugares.

Dios Padre, Dios Hijo y Espíritu Santo

La búsqueda de la partícula divina, el ylem, la sustancia fundamental, el punto de singularidad, el bosón de Higgs, algo así como la partícula que genera el sostenimiento de todas las partículas, la conversión de la energía en materia – cosa inexplicable aún –  son los temas que fascinan a los científicos, quienes cada día suman más hipótesis. Miles de teorías para esquivar una palabra...: Dios.
Sabemos que hay una sola sustancia que no podemos ver ni evaluar y que se puede transformar en materia y esta es: la energía. 
La teoría de la relatividad nos explica que la energía puede convertirse en materia y una vez transformada en materia aparece el tiempo. Algo tan simple como esto dió origen a nuestro universo, ¿pero de que cantidad de energía estamos hablando?
Una ínfima cantidad de masa produce una cantidad colosal de energía. Un gramo de materia desintegrada produce 25 millones de kilowatios-hora, lo suficiente para alimentar el consumo eléctrico de nuestro planeta. O sea que para crear materia – si existieran los medios – deberíamos contar con esa descomunal energía (también equivalente a 1200 camiones de combustible) por cada gramo producido. Así, para elaborar tan solo una vaca deberíamos contar con toda la energía eléctrica que ha producido el hombre desde su descubrimiento hasta nuestros días, ó bien 400.000.000 cuatrocientos millones de camiones cargados de nafta. Basta pensar que para “crear” 3000 kgs. De pescado para alimentar 5000 personas como lo hizo en dos ocasiones Jesús, hijo de Dios, se necesita la energía liberada por 430.000 (cuatrocientos treinta mil) bombas atómicas como la de Hiroshima.
Dios es energía ilimitada y en potencia, es un estado singular, es una energía inteligente, pensante y creadora, esto fue lo que dio origen a nuestro universo. La inteligencia usa como soporte a nuestro cerebro, pero es a la vez independiente de este. forma parte de la neshamá.

Si nuestro pensamiento usara la energía disponible e inagotable que nos rodea y que no percibimos, aunque sea una mínima porción de ella, podríamos producir fenómenos paranormales increíbles.
Mt:17:20: Y Jesús les dijo: Por vuestra incredulidad; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis á este monte: Pásate de aquí allá: y se pasará: y nada os será imposible.  (RVA)
 

La inteligencia es la primera y más obvia de las capacidades que tiene la sustancia espiritual e inmortal que poseen los seres humanos para concebir claramente las cosas.  Esta inteligencia de la cual hablo, nada tiene que ver con la inteligencia medida por los test, cualquiera puede obtener resultados fabulosos en los test y ser incapaz de amar, de ser feliz, de tener salud, o lo que es más importante de establecer un lazo con la inteligencia suprema que es Dios.
La verdadera inteligencia consiste primeramente en saber que Dios existe y que él es la inteligencia que nos emanó, de allí en más todo cambia, o se resuelve.
Dios es la palabra, el nombre que usamos para definir a esa energía inteligente que nos creo con el propósito de amar, que es el fin de toda inteligencia. Sin ella es imposible amar, la inteligencia es el motor del amor. 
El Eterno Dios, es una forma de energía que aún desconocemos, porque no conocemos el amor,. De Él sabemos solo que habita en si mismo, donde todo es oscuridad. más allá del tiempo, y que nada es, ni puede existir fuera de Él, solo existe Dios en si mismo. Su reino, el reino de Dios, es un estado inmaterial que escapa a la comprensión limitada de nuestra mente, de la mente de todos los hombres.
Aquella “partícula” fundamental el “Ylem”, tenía escrito todo el código de nuestro universo, lo que era, lo que es y lo que habrá de venir. Este fue el primer paquete de energía codificada, y a partir de ese momento fue común la aparición de estos PEC en nuestro mundo, llegan de la nada a nuestro universo en expansión y se expanden a su vez creando su propio tiempo y espacio. Los efectos físicos que se perciben son como los que ocurrieron hace 3558 años cuando una zarza ardiente se apareció a Moisés o cuando “una estrella” marco la transferencia de Jesús a esta tierra hace 2000 años, ó en la Siberia rusa cuando en 1908 Satanás fue arrojado e la tierra en Tunguska.
Fuimos creados como eslabón final de algo incomprensible para el ser humano. En la integridad extratemporal (la singularidad) solo existe una inteligencia, una forma de energía totalmente desconocida por nosotros, la cual, es la que ha creado este mundo físico y temporal en el que vivimos.
Dios ha creado nuestro universo, este es parte sustancial de él, y, por lo tanto todo lo que existe,  tiempo, masa, energía, dimensiones, y pulsos de energía son parte de Él. Nada escapa, pero nada de lo creado tiene acceso a Él.
Jesús es su hijo, no su creación, lo podemos acercar a nuestra mente como una emanación, algo que "sale" origen y principio. Él fue necesario para llevar a cabo ese pensamiento de Dios que es infinito. Gracias a Jesús, el Hijo de Dios el pensamiento de Dios es tu pensamiento, tus recuerdos, el de tus padres, los de tus hijos, los de tus amigos los mios y los de otros cien mil millones de personas que han vivido en la tierra.
Dios tuvo una emanación propia de él, algo que nosotros para comprenderlo hemos llamado su hijo, su hijo pensó de acuerdo al pensamiento de su padre, pero independientemente. En ese estado no existe lo malo ni lo bueno, los “seres” espiritualizados responden al pensamiento del Padre.
En un momento el pensamiento de Dios que es uno solo con su hijo “creó”, y todo lo hecho fue hecho por Él y para Él, Por primera vez algo externo a ellos fue: Comenzaba el tiempo.
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
Una partícula del tamaño de una fracción de electrón contuvo toda la energía, todo lo que hoy conocemos como universo, todo el pensamiento de este universo – el pensamiento de Dios y su hijo – se concentró en un punto y fue el tiempo, la expansión, el espacio y la materia, el tan complejo cosmos con sus propias dimensiones, leyes y percepciones, su hijo entró en este universo desde el primer instante, y una emanación nueva, contenida, pero omnipotente, única capaz de traspasar permanentemente el limite del espacio tiempo y Dios, FUE. El Espíritu de Dios, el Santo Espíritu, el paracleto, “aquel que es invocado”, con las mismas características del hijo, pero como emanación inseparable de Dios para este universo, se movía sobre las aguas. Recordemos que “la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas.”


pero mientras avanzamos podemos ver como todos hablan de el 


En el principio Dios creó los cielos y la tierra, antes de la creación no existía el tiempo,